Hoy os traigo un tema que alguna que otra vez sale entre aficionados a los eventos otakus y es, ¿qué es mejor? ¿un salón grande o uno pequeño?
Como referentes de salones grandes tenemos el Salón manga de Jerez, el de granda (también llamado salón de Andalucía), el salón de Madrid y el de Barcelona, que se alza como el salón más grande de España.
Y como salones pequeños, tenemos el salón de Moguer, el salón de sevilla, el Otacon tomares (de sus pasadas ediciones), el salón de Torremolinos, encuentro del cómic de Sevilla, filakada de málaga... quizás no hayáis oído hablar de casi ninguno pero están ahí.
Entonces ¿a qué tipo de salón prefieres ir? Para poder contestar eso primero tienes que preguntarte a ti mismo ¿A qué vas a un salón? ¿qué buscas en él?
Yo, como cosplayer, busco un evento en el que haya muchos cosplayers, para poder conocer nuevas personas, nuevas técnicas, materiales, hacernos fotos, participar en concursos....
Pero como usuaria de a pie, prefiero; que digo prefiero, me encantan los salones pequeños.
Los salones en los que mejor me lo paso con diferencia son aquellos que no pasan de los 1000 visitantes, ¿cómo?¿Por qué? pues porque puedes apuntarte a todo! participar en todo, pasartelo super bien, hablar con cualquier organizador o voluntario que tiene tiempo y calma para atenderte sin problemas. Si hay videojuegos puedes jugar cada vez que quieras, sin apenas cola. ¿qué más puedes pedir?
Un gran ejemplo es el salón de moguer; este año fui junto con Pablo (@aloncolemore), nos apuntamos a una gymkana, que nos tuvo entretenidos todo el día, nos dio tiempo a presentarnos a cosplay y todo. Y al final del día me apunté a"adivina la melodía" y gane 3 bolsas de chuches!!! Fue un día redondo, tranquilo y entretenido.
Otro ejemplo, salon del manga de Torremolinos en su única y primera edición; donde no tenían ni escenario, fuimos cuatro amigos, y tal como llegamos nos arrimamos al stand de información y nos apuntamos a TODO, gymkana, rol, cosplay, test friki, test gamer... Ganamos tres trofeos, 80€ para gastar en una tienda del evento, hicimos muchos amigos y pasamos un día fantástico. Por supuesto, el evento con entrada gratuita y organizado por una única asociación, la asociación asokinawa (que hizo un trabajo excelente).
Las comparaciones son odiosas pero, para quien haya ido al salón de Barcelona sabrá de lo que hablo, y quien no, que esté atento porque así tendrá una idea general de lo que va a encontrar si va alguna vez.
Barcelona en su edición del 2011 tuvo dos naves y un cine a su disposición. El cine para las proyecciones, y la nave pequeña para el concurso de baile y parapara (se celebró durante el sábado). La nave principal se planteó de tal manera que el 85/90% del espacio fueran tiendas. Sólo tiendas, más de 100 tiendas, casi 200 tiendas. ¿Y los talleres? ¿Y las charlas? haberlos los había, pero para entrar en una charla debías estar media hora antes mínimo para poder entrar, y los talleres generaban unos 10 participantes cada dos horas.
No puedes llevarte un cosplay grande porque en el avión te lo destrozan y en el tren a veces te ponen trabas, pero si consigues llevarlo no podrás casi moverte, pues la nave esta abarrotadísima y si osas pasar por los pasillos entre las tiendas, acabarás con medio cosplay menos.
Así que un día en Barcelona, con suerte, implicará para un otaku primerizo (como lo fui yo cuando asistí al evento) en un paseo constante entre masas para comprar a precios desorbitados, con suerte verás de refilón un doblador que da una charla a la que solo puedes asomarte; y en el concurso de cosplay, los grandes cosplayers de Barcelona, que participan en el World Cosplay Summit, ves como bajan de un coche en la puerta de la nave, se montan el traje, participan en el concurso y se lo vuelven a desmontar.
A mí el salón de Barcelona me supuso una experiencia neutra, buena en el sentido de ver "otro tipo de salón manga", y mal por el agobio, las masas y la competencia malsana que vi en algunos participantes. Sé que esa no será la norma, pero yo no volvería al salón de Barcelona en un tiempo, pues considero que no me pierdo nada.
Jerez aún está en el punto medio, porque el viernes o domingo puedes participar en cosillas, pero los torneos del sábado necesitan inscripción, a veces no llegas a tiempo; o para un torneo de DDR hacen corte por nivel; o los tiempos de escenario libre son cada vez más recortados... Puedes pasearte con un cosplay, aunque mas de uno a veces te arroya (esos frikinovatillos que empiezan a perseguirse por el salón sin razón aparente) o los lugareños pseudocanis se ríen de ti y tu piensas ¿has pagado 4 euros para reirte de mi?¿en serio?...
La verdadera diversión y disfrute está en los salones en los que puedas participar, pasar un buen rato, hacerte fotos, relajarte si quieres o subirte a un escenario a cantar un openning que se te antoje; no un redil en el que para comer debas hacer colas kilométricas o irte a la calle con el frío (El salón de Barcelona se celebra en Halloween todos los años).
Así que, como conclusión y bajo mi opinión; para divertirme, un salón pequeño, para pasar el día entretenida, relajada, disfrutando de todo un poco, salón pequeño.
Para gastar dinero: salón grande.
Y como todo cosplayer; para estrenar cosplay, salones grandes. Aunque esta circunstancia está cambiando, porque los salones pequeños están recompensando más los buenos cosplays, y los ganadores de sus concursos y torneos que los mismos salones grandes así que…estamos en momentos de cambio; aún no sabemos si los salones pequeños sobrevivirán a esta crisis en la que los ayuntamientos no prestan ni un lápiz….
Pero me declaro fan de los salones pequeños; amante de ellos, y estoy deseando que sobrevivan y que sigan adelante, porque se lo merecen; toda asociación pequeña se merece prosperar.
¡Larga vida!
Saludos
Muxamarxa
